En el blog anterior presentamos algunos de los grandes avivamientos que han ocurrido en la historia de la iglesia, y cómo el avivamiento de la calle Azusa dio inicio al pentecostalismo en Puerto Rico. Sin embargo, fue un avivamiento de origen distinto al de Azusa el que Dios trajo para generar el despertar más grande que jamás se haya experimentado dentro de la iglesia Católica en Puerto Rico, dando así origen al Movimiento Carismático, mejor conocido como la Renovación Carismática.
La historia del movimiento Carismático comienza en el año 1967 en la Universidad Católica de Duquesne en Pittsburg, Pennsylvania y en la universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana. Es allí donde un pequeño grupo compuesto de profesores y estudiantes, descontentos con su ejecutoria y estado espiritual al no poder comunicar el mensaje del Evangelio con poder como lo hicieron los primeros cristianos de la iglesia primitiva, deciden reunirse para orar unos por otros, leer las Escrituras y pedir la promesa del Padre (Hch. 1:4), el bautismo en el Espíritu Santo.
Este pequeño grupo comenzó a experimentar una profunda transformación en sus vidas como resultado de su contacto real y personal con el Cristo viviente. Ellos experimentaron una asombrosa renovación espiritual acompañada de una manifestación de los carismas (dones) del Espíritu Santo (1 Cor 12:4-11) como nunca antes se había visto dentro del seno de la Iglesia Católica. A este movimiento nacido del Espíritu Santo se le conoce como la Renovación Carismática, y en otros lugares se le conoció como Movimiento Pentecostal Católico. Algunos historiadores se refieren a este movimiento como Neo-Pentecostalismo por su parecido con el movimiento Pentecostal que surgió del avivamiento de la calle Azusa.
Para promover el Movimiento, se realizaron retiros a los cuales se unen otros estudiantes, profesores, sacerdotes y religiosas. El primer retiro en Duquesne fue del 17 al 19 de Febrero de 1967 y asistieron unas 30 personas. En Notre Dame fue del 8 al 9 de Abril de 1967 y asistieron unas 90 personas.
La Renovación Carismática se difundió rápidamente por todo Estados Unidos y alcanzó límites internacionales, y para el 1973 contó con representantes de 34 países en la Primera Conferencia Internacional de Dirigentes realizada en la ciudad de Grottaferatta, en Roma. El Movimiento Carismático también llegó a Puerto Rico, siendo Aguas Buenas el pueblo donde el movimiento arraigó con gran fuerza.
En Aguas Buenas se daban retiros básicos y de profundización a los cuales asistían hermanos de toda la Isla, quienes eran hospedados gustosamente en las casas de los hermanos que allí vivían. Durante estos años se publicaron muchos libros y revistas informativas, como la Revista "Alabaré" publicada en Aguas Buenas bajo la dirección del sacerdote Thomas Forrest.
Pronto el impacto de este avivamiento cubriría todo Puerto Rico, llegando al area Oeste, especialmente al pueblo de Aguada. De eso hablaremos en la próxima ocasión.